sábado, 28 de julio de 2012

Tha's a Comedy (Sobre tres grandes comedias recientes)

That’s a Comedy! Creo que el género que mejor se ha mantenido a lo largo de la historia (en cuanto a calidad) del cine en Hollywood ha sido la comedia. A través de distintas ramas y épocas es la que menos ha variado, menos ha menguado la calidad y ha seguido una línea histórica (algo que no pasa con el musical o el western, dos géneros casi extintos, o el terror donde cada tanto aparece alguna gran película). Es verdad que hubo décadas más prolíficas en cuanto a grandes películas que otras. Justamente en los 2000 hubo más grandes comedias norteamericanas (uno de los géneros Hollwyoodenses por excelencia) que en los 90’. Estos se debe a la consolidación de varios actores, actrices, directores y productores (Ben Stiller, Los Hermanos Farelly, Will Ferrel,Owen Wilson, Judd Apatow, Kristen Wig, etc). Aunque en los 90’ ya estaban las raíces de estas grandes películas y hubo algunas películas fundamentales (Ni Idea, casi todo el Adam Sandler de la década, A Nigth At The Roxbury, Loco Por Mary, El Insoportable ,etc. Y en otra rama más clásica, si se quiere: La Boda de Mi Mejor Amigo, Hechizo del Tiempo, La Verdad Acerca de los Perros y Los Gatos, etc). La semilla de todo esto que se dio a conocer como la nueva comedia americana fue el famoso programa de Saturday Nigth Live, del cual harían sketches grandes comediantes que se harían famosos desde mediados de los 90’ para adelante, en general. Pero -como casualmente también pasó con el llamado Nuevo Cine Argentino- al ser una década germinal donde recién a mediados se puede vislumbrar el nacimiento de lo que luego se llamaría Nueva Comedia Americana, la cara más visible de este decenio no serían estos nuevos comediantes con formas más modernas de comedia sino dos actrices clásicas en su momento de apogeo: Meg Ryan y Julia Roberts. Teniendo mejor suerte la primera con sus papeles (aunque Julia Roberts podría seguir activamente mucho más que M. Ryan), las dos actuarían en algunas de las más exitosas comedias de la década. No obstante, serían dos las películas emblemáticas (aunque la mejor comedia de la década, bien lejos, sería Hechizo del Tiempo, una de las obras maestras de la historia de la comedia de Harold Ramis con Bill Murray en su mejor papel): Sintonía de Amor y La Boda de mi Mejor Amigo. Pero vayamos al grano: El año pasado en Argentina se estrenaron gran cantidad de comedias en los cines y en los videoclubs argentinos: algunas de lo mejor de los últimos tiempos (Damas en Guerra, Policías de Repuesto, ¿Cómo Saber si es Amor?) , otras muy buenas (Paul, Una Esposa de Mentira, Malas Enseñanzas, Quiero matar a mi Jefe, Amigos con Derechos), otras sólo buenas (Pase Libre), algunas que me interesaban y me perdí (Loco & Estúpido Amor, Amigos con Beneficios). Acá rescataremos las tres que más me gustaron, que tienen varias cosas en común, por ejemplo: tener protagonistas mujeres (mujeres decididas, fuertes) y contar con tres de las mejores actrices del Hollywood actual: Kristen Wig, Reese Witherspoon y Cameron Díaz. Aunque los grandes papeles de Cameron Díaz hayan sido en los 90’ (Loco Por Mary y ¿Quieres ser John Malcovich? principalmente), con la excepción de En Sus Zapatos y Malas Enseñanzas. ¿Cómo Saber si es Amor? James L. Brooks (director de las exitosas La Fuerza del Cariño y Mejor Imposible) dirige esta película donde Reee Whiterpsoon interpreta a lisa una jugadora de Beisbol treintañera, que (sin saberlo) está a punto de retirarse. La película gira en torno a ella. Un momento crucial es cuando se entera de que la sacaron del equipo, ya que el espectador se entera al principio de esto, pero Lisa se da cuenta recién a la casi media hora de película. Esto puede resultar trivial, pero estas dos escenas tienen un tono bastante distinto al resto. Ya que la primera es la única escena donde no sale ninguno de los cuatro protagonistas (aunque se podrían considerar dos protagonistas y dos secundarios importantes, ya volveremos a eso). En ella una de las compañeras de Lisa discute con el nuevo entrenador sobre si sacar a Lisa del equipo, porque ya tiene 31 años y no rinde tanto como antes, según el entrenador. La amiga de Lisa lo trata de estúpido a éste y la película nos hace creer eso, como no pasa con ningún otro personaje. La otra escena cuando Lisa ve cómo está armado el equipo para el próximo juego y se da cuenta que fue reemplazada por una jugadora nueva. Lisa se va al baño y llora y mientras se ven varios carteles para darse autoestima (carteles de autoayuda, a veces parece que la película va por eso lado de mensajes, pero es solo una apariencia que engaña.) Esta es, si no la más, una de las escenas más dolorosas y tristes de todo el film. Esto de las escenas tristes pasa en muchas comedias y no quiere decir que sean comedias dramáticas. Pero tampoco es una comedia romántica clásica (para tomar un ejemplo con parámetros conocidos: Tienes un Email), ni es una comedia, digamos, moderna (para tomar otro ejemplo conocido: Zoolander). Digamos que está en medio de las dos. Ya que no toma el arquetipo “chica conoce chica, más tarde se enamora” o “chico conoce chica, se llevan mal, pero al final se terminaran enamorando” que pueden tomar Amigos con Beneficios o Locura de Amor en las Vegas. Pero tampoco pone todo patas para arriba como la nueva comedia americana (como sí lo hacen Damas en Guerra y Malas Enseñanzas). Bueno, como decíamos antes, hay algo así como cuatro protagonistas, que en una lista de mayor a menor importancia (digamos protagonismo más que importancia) serían así: Lisa, George (Paul Rudd), Owen Wilson (Matty) y Charlie (Jack Nicolson). George trabaja con su padre Matty, la empresa es acusada por fraude y George se tiene que hacer cargo pero al final se descubrirá quién fue el causante de este fraude (Matty, por supuesto). Jack Nicolson, como Maty, entrega su mejor actuación en mucho tiempo, ya que no hace de sí mismo, de loco. Está bastante contenido y hace de un hijo de puta que hasta puede cagar al hijo haciendo que vaya unos años a prisión, pero no se lo condena, termina siendo querible. Algo parecido pasa con Matty (un gran Owen Wilson, como siempre) el novio de Lisa, un basquetbolista millonario que es medio tonto y a veces no sabe controlarse (una escena donde cuestiona porqué hay un amigo de ella, George justamente, en la casa y no le avisó que iba un desconocido), entre otros defectos, pero se hace querer mucho (más que Matty) y se lo pinta como una persona querible. Brooks pone a los actores más populares (Owen y Nicholson) como los “secundarios importantes” y a otros populares, pero menos estrellas (Whiterpson y Rudd), como los protagonistas. Reese Whiterpson es una de las grandes actrices de Hollywood (para mí la mejor actualmente junto a Kristen Wig y Amy Adams) y en esta película se nota mucho cómo actúa con los gestos (cuando está desesperada, cuando está triste). Interpreta a una treintañera que tiene que rehacer su vida, ya que para ella el béisbol siempre lo fue todo. Paul Rudd es otro personaje desencantado (como la película toda). La química entre ellos dos se da muy bien, pero es muy diferente a la de otras parejas cinematográficas (Aston Kutcher y Natalie Portman en Amigos con Beneficios por ejemplo) ya que nunca se sabe si se concretará o no su amor. Una lástima que esta gran película no se haya estrenado en los cines argentinos. Se iba a estrenar, pero debido a que no tuvo éxito en Estados Unidos fue directo a parar a las bateas de los video-clubs (ya a esta altura le podemos empezar a decir DVD clubs). Una lástima, hubiera andado mejor que varios bodrios que no va a ver nadie (Mi Abuela es un Peligro 2 es un ejemplo paradigmático en este sentido) Damas en Guerra Las películas de ese subgénero que se podría llamar “películas de bodas” no tiene buena reputación, sin embargo tiene algunas películas fundamentales: dos de los 90’ “La Mejor de mis Bodas” (De Frank Coraci, con Adam Sandler y Drew Barrymore) y La Boda de Mi Mejor Amigo (de PJ Hogan, con Julia Roberts y Ruper Everet). Las dos tratan sobre gente que se quiere casar con alguien y algún amigo o amiga no quiere que se casen. De las grandes películas de los 90’ (aunque la de Sandler está ambientada en los 80’) muestran algunas dificultades sobre las bodas. Pero las dos películas fundamentales de este subgénero me parecen “El Padre de la Novia” (de Vicente Minelli con Spencer Tracy y Elizabeth Taylor) y Damas en Guerra. La primera trata sobre las penurias que pasa el padre de la joven novia al ver todo el dinero y el lío que tiene que hacer para organizar la boda de ésta. En esta película la trama directamente (casi) es como van haciendo todos los arreglos de la costosa boda. Justamente esta dos películas cuentan sobre las dificultades de armar una boda (y las relaciones padre-hija en un caso y novia- mejor(es) amiga(s) en otro). En la reciente Damas en Guerra ya la primera escena resulta sumamente graciosa.: la protagonista Annie (Kristen Wig) teniendo sexo con su “novio sexual” y viendo si van lento o rápido, según las comodidades de cada uno. La mejor amiga de Annie, Lilian (Maya Rudolph ) se está por casar y por supuesto Annie será su dama de honor. Poco después de que nos enteramos de esto vemos a la demás damas de honor en una fiesta por la boda. La presentación de éstas es un punto alto de la película, ya (aunque algunas tengan más protagonismo que otras) están muy bien delineadas como personajes. Estas son: Beca (Ellie Kemper), una chica que nunca tuvo sexo con otro que con su novio y está comprometida. Su sueño es casarse, Rita (Wendy Mcdon Covey), una mujer con tres hijos que está frustrada por el comportamiento de éstos (la gran escena entre ellas será en un avión, donde Rita se sorprende por el poco sexo que tuvo su amiga y espera que no fracase como ella en el rol de esposa). Estas dos serían las damas de honor “secundarias” cediéndole protagonismo a Megan (Melissa McCarty), una mujer que -debido a su gordura, entre otras cosas- sufrió en el secundario pero no se rindió y ahora es una especie de agente del gobierno (mejor no revelar bien esto). Ella será la más feliz de todas y la que mejor la pasa (además de muchas veces la mas graciosa). Las más decisiva y que enfrente los acontecimientos directamente. Todo un acontecimiento dentro de estas “comedias de mujeres” donde las robustas suelen ser secundario que ni se notan. Megan será la que en el momento más difícil ayude a Annie (pegándole mucho) y dice una de las frases más hilarantes de la película: cuando están viendo cómo hacer la despedida de soltero dice que “hagan una despedida de solteras como ‘El Club de la Pelea’ en femenino y cagen a palos a Lilian, le van a dar un buen susto”. Toda esa energía va con ella en la que será uno de los grandes personajes de los últimos tiempos. Y la protagonista de las damas de honor será Hellen (Rose Byrne), la esposa del prometido de Lilian, a quien sólo conoce hace 8 meses pero se hicieron muy amigas y le hará la vida imposible a Annie y la tratará de distanciar de su mejor amiga. Tres escenas decisivas de esto (lo que, por supuesto, será el argumento de la película) serán cuando van a probar los vestidos después de haber almorzado carne (churrascos brasileños) en un bar que recomendó Annie y le cayó mal a casi todas y luego de probarse los vestidos van a cagar y vomitar adentro y afuera. En lo que es una de las mejores escenas escatológicas que he visto, ya que lejos del escatologismo porque de hecho no se muestra nada y las escenas están muy logradas, sobre todo una en la calle con la novia, y además muestran cómo cada vez Hellen quiere deshacerse de Annie. Otras dos escenas (y en menor medida una anterior en la primera fiesta previa al casamiento) muestran esto de manera decisiva. Una de ellas en un avión donde echan a la protagonista por un comportamiento alocado, debido a unas pastillas que le dio lo que hasta cierto momento se podría llamar la villana de la película. Y el otro momento es cuando Helen hace una fiesta previa a la boda con toda temática de Paris, idea que le robó a Annie, quien se enfurece por eso. Todas estas escenas descritas (si vieron o ven la película lo confirmarán) resumen una de las películas que mejor filma algo que rara vez se filma muy bien en el cine: las relaciones de amistad entre las mujeres. Sobre todo cuando se trata de “Joda”. Algo que en las relaciones masculinas tiene una gran tradición, dos ejemplos recientes son “Quiero matar a mi Jefe” y las dos “¿Qué Paso Ayer?”. Algunas excepciones son otras comedias de la década que acaba de pasar como “Dulces & Peligrosas” y “Chicas Pasadas”. Las dos protagonistas (junto a la novia) se sacarán chispas y la obsesión de la nueva amiga de la novia por distanciarla de la amiga de la infancia da algunos de los momentos más dolorosos de la película, que son cuando Annie toca fondo: se pelea con su mejor amiga, rechaza al hombre que le gusta, la despiden del trabajo y del departamento. He aquí donde más se nota que Damas en Guerra es una película profundamente dolorosa y trata sobre lo complicado de las relaciones de amistad femeninas como pocas películas en la historia del cine. Ciertos momentos son sumamente incómodos y al final (por supuesto) todo se arregla, pero queda un gusto amargo. Como se señaló antes, todas las damas de honor la pasan o la han pasado muy mal y esto repercute en sus vidas. Esto habla sobre lo trágica que puede ser una comedia y a la vez sumamente cómica. Este es uno de los ejemplos más grandes, de este (¡aun!) subvalorado género. Otro punto a favor de esta gran película es el principal (el único con protagonismo) personaje masculino: Nathan (Chris O’Dowd), un policía que conoce a Annie poniéndole una multa. Éste escapará a todo estereotipo de policía (según él es “el único bueno, el mejor”) y será un personaje entrañable que alienta a la protagonista a que vuelva a hacer galletas y tortas (Annie tenía un negocio de repostería, que fue lo que la llevó a la bancarrota) y será lastimado por Annie. Producida por el “dios” de la comedia norteamericana reciente Jud Appatow (productor de casi todas las últimas grandes comedias norteamericanas de “Supercool” a “Hermanastros”), dirigida por el debutante en cine Paul Feig y guionizada por la misma Kristen Wig y Annie Mumolo (quien se reserva un pequeño papel en la película), Damas en Guerra se posiciona, sorprendentemente, entre una de las mejores y más importantes películas de la actualidad. De esas fundamentales para entender el cine contemporáneo. No está de más destacar las increíbles actuaciones de cada una de estas grandes promesas, salvo Kristen Wig que ya dejó de ser promesa luego de Damas en Guerra y Paul, dos actuaciones muy distintas que el año pasado la transformaron en la mejor actriz norteamericana del momento. Lo que no es poco decir. MALAS ENSEÑANZAS Jake Kasdan (hijo del célebre Lawrece Kasdan, director de Silverado y Reencuentro, entre otras) es un director interesante. Ésta fue su tercera película que veo. Las otras dos fueron Orange County, una película sobre un chico y su familia (entre ellos el hermano que es interpretado por Jack Black), una película que está bastante bien. Pero la que confirmó (aunque la vi después de Malas Enseñanzas, pero es anterior en su fecha de realización) a Kasdan como un buen director fue Dewey Cox: Camina duro, una parodia a las biopics tan en boga en esa época (2006-2007), sobretodo al de Johny Cash pero a la vez es un biopic y está interpretado por John C. Reily, quien también canta las canciones. Se trata de una película distinta que, como todas las de J. Kasdan (hasta antes de Bad Teacher o sea Malas Enseñanzas), fue editada directamente en DVD o VHS (depende la época) en Argentina. En cuanto a Malas Enseñanzas: La película empieza con filmaciones de viejas clases que incluyen situaciones típicas de los alumnos, entre ellas cuando la profesora pregunta algo y los alumnos levantan la mano. Todas situaciones positivas hasta que salen dos escenas: una de unos dibujos animados de la época de los Looney Toones, donde los alumnos juegan y hacen lío y el profesor lee un libro (para él solo) como si nada; y otra donde Los Tres Chiflados son maestros haciendo payasadas. Luego vendrán otras escenas de archivo de distinta índole y dará inicio la película. Pero estos dos fragmentos de viejas series pueden resumir la película. Ya que la protagonista Elisabeth Hasley (Cameron Díaz) al principio se la pasa proyectando películas a sus alumnos para no tener que tomar clases (algo que pasa bastante en la “realidad”) y las dos rivales protagonistas (la otra profesora es Amy Squirrel interpretada por Lucy Punch) se la pasarán sacándose chispas, acusándose falsamente y demás. Justamente éta es una palabra clave en la película ya que las dos profesoras serán totalmente falsas y aparentaran algo que no son. Hasley es la profesora que no hace nada, que sólo le dará películas (no casualmente algunas de éstas transcurren –en parte- en colegios como Mentes Peligrosas con Jodie Foster o la primera Scream). Sin embargo, cuando Hasley ve una oportunidad de plata gracias a una bonificación que paga el Estado para la profesora con puntaje más alto, aparentará ser estricta y dará exámenes y exigirá mucho (demasiado, quizás) a sus alumnos. Mientras, Amy es el prototipo de profesora aplicada, es muy buena y amable con los alumnos, poniéndoles incluso estrellas por su desempeño. En fin, es aparentemente la mejor profesora posible (con una gran carga de ñonismo por supuesto). Pero cuando aparece su competidora (por ser la mejor profesora, por ser la novia del nuevo y apuesto profesor Scott Delacorte, interpretado por Justin Timberlake, etc), ésta hará todo lo posible para descubrir qué es lo que se trae atrás y tratar de desterrarla del colegio. A diferencia de ¿Cómo Saber si es Amor? y Damas en Guerra, no nos terminamos encariñando con todos los personajes. Acá los personas más queribles serán dos: la protagonista y el profesor de gimnasia, Ruseell Gettis), quien trata de que Elisabeth le de bola en toda la película y, en un primer momento, no lo logrará ya que él tiene poca plata y ella lo que busca es un hombre adinerado (como se ve al principio cuando su futuro esposo se da cuenta que sólo le importa su dinero). La película es una parodia de los colegios secundarios (mejor dicho, de los estereotipos de éstos, vistos ya en muchas películas y además ya parodiados) aunque, al revés de la gran mayoría de las películas del subgénero “Películas de colegios secundario”, no está protagonizada por los alumnos (como lo están desde cosas mediocres y aceptables como Porkys o American Pie hasta obras fundamentales de sus décadas como El Club de los cinco o Supercool), si no por los profesores. Pero hay otro subgénero dentro del subgénero “películas de secundario” al que se le podría llamar “alumnos desinteresados cambian su vida gracias al profesor”. Subgénero al cual pertenecen bazofias tales como “Los Escritores de la Libertad” y “Querido Maestro”. Algunas películas de éstas las pasa Cameron Díaz en clase como “Al Maestro con Cariño”, el paradigma de este subgénero con Sidney Pottier. A fin de cuentas, Bad Teacher dinamita por todos lados a éstas (generalmente) espantosas películas. Si bien parece que ridiculiza a sus personajes caricaturizándolos (uno de los puntos altos en esto es el director del colegio, obsesionado con los delfines), los delinea muy bien a cada uno de ellos (una escena en un campamento con un alumno de los “fracasados” que no puede conquistar a una chica “popular” es un ejemplo claro de esto). Cameron Díaz quiere agrandarse las tetas y casi hace una parodia de la típica mujer hermosa y mala. Una escena lo ejemplifica cuando sale lavando autos para recaudar plata en el colegio con una camisa y tirándose agua despampanantemente. Sin llegar al nivel de las otras dos películas criticadas, Malas Enseñanzas se destaca, entre otras cosas, por lo mismo: el swing, el nivel de los chistes y las grandes actuaciones. En conclusión, la comedia (al contrario de los otros géneros clásicos) sigue pasando por un gran momento en Hollywood.
Publicado en http://www.metropia.com.ar/

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